Cuando hace poco más de un año - el 4 de febrero de 2008 - decidí acudir a la consulta del Dr. Bauer lo hice por determinación y convencimiento propio. Y probé a realizar un controvetido tratamiento lo que supuso incomprensión y crítica de algunas personas. Hubo quienes me acusaron de ser un "comercial" de Bauer para "vender" su operación. Otros me hartaron de frívolo por saltarme el protocolo propuesto por los reumatólogos.
Pero también encontré comprensión y apoyo. Primero en mi familia y sin la participación y confianza de mi mujer la opción Bauer no hubiera existido. También encontré comprensión y apoyo en mi entorno social al que de manera animada se sumaron personas enfermas de fibro y que me animaban a hacerles partícipes de mis reflexiones personales no por el valor científico que pudieran tener sobre la cirugía del Dr. Bauer, sino por la novedosa experiencia que supone transmitir tus sensaciones y la posterior evolución postoperatoria.
Soy el primero en lamentar la inexistencia de progreso alguno tras mi primera intervención. Pero lo cierto es que no experimenté mejoría alguna. Y los dolores son cada vez más numerosos, afectan a más partes de mi cuerpo y con mayor intensidad. Y no hay que buscar pretexto alguno para explicar por qué en mi caso no ha funcionado. Porque de hecho fui informado por el Dr. Bauer de que sólo un 40 por ciento de los que se operan la primera vez ven alguna mejoría significativa o incluso curación. Pero como empirísta reflexivo que soy he descartado nuevas operaciones ante el escepticismo de que a mí pudieran reportarme algún beneficio.
Tengo 43 primaveras y me alberga por lo tanto la esperanza de vencer este mal, buscándo una y otra vez como el itacense Ulises, el retorno a la vida tal y como la conocía hace veinte años antes de emprender la Odisea de esta enfermedad. Y para ello lucharé contra Cíclopes o Dioses desafiando la lógica del enfermo que se refugia en el sórdido y persistente dolor buscando con ello la complicidad y compasión de su entorno social y familiar.
Por ello, aplaudiré a cualquier persona que intente desembarazarse de esta insoportable enfermedad. Porque creo firmemente que "el que la busca, la consigue". Sea en Suiza, en Barcelona o en Connecticut. Con operación, con abejas o con lodos marinos. Por eso titulé este blog "Cuando el sabio señala al cielo, el necio mira el dedo". Porque son muy pocos los enfermos fibromiálgicos que creen en la curación. Sin buscar pretextos.
2 de junio de 2009, 5:10 Siento que no te encuentres como esperabas, pero no me parecen justos los comentarios que haces respecto de la intervención del Dr. Bauer.
Yo me intervine hace una semana, exactamente el 25 de mayo... y desde entonces solo noto mejoría (no algo espectacular, pero mejoría). A mí no me comentó que solo el 40% mejora, pero sí me indicó que el creía que no iba a bastar una intervención,y sí me indicó el estricto protocolo de recuperación.... que tú no has seguido ya que tu mismo informas de inyecciones de plasma ultrasonidos, etc... que sabes, porque te lo dan por escrito en castellano, que están totalmente PROHIBIDOS después de la operación.
Con lo cual el ser humano sigue cometiendo el error de culpar a los demás...porque qué hubiera pasado si hubieses seguido todas las recomendaciones???, podrías haberte recuperado o no, pero así nunca lo sabrás.
De todos modos, tienes todo mi apoyo en esta "guerra" que nos ha tocado vivir.